Cada mes de junio, las empedradas calles de Briones, a un paso de Haro, se convierten en el escenario perfecto para un viaje en el tiempo. Durante un fin de semana, esta localidad se transforma para celebrar su ya emblemática Fiesta Medieval, un evento que aúna historia, espectáculo y participación popular en un entorno inmejorable.
La Fiesta Medieval de Briones no es una escenificación más: es una inmersión total en la vida cotidiana del siglo XIV. La villa se engalana con estandartes, puestos artesanales, telas, escudos y tabernas que recrean con esmero el ambiente de la Edad Media. Desde los vecinos hasta los visitantes, todos están invitados a vestirse de época y dejarse llevar por el espíritu medieval.
¿Qué hace especial esta fiesta? Su autenticidad. Aquí no se trata solo de mirar, sino de participar: podrás regatear en el mercado, asistir a juicios públicos, ver a juglares, bufones, caballeros y damas, y descubrir oficios tradicionales que hoy casi han desaparecido.
La fiesta nació en 1997 gracias al entusiasmo de la Asociación Cultural de Briones, con la colaboración del ayuntamiento y la implicación de todo el pueblo. El objetivo: rendir homenaje al pasado medieval de la villa, cuyas raíces se remontan a tiempos anteriores a la Reconquista. Desde entonces, el evento ha crecido en calidad, asistencia y repercusión, convirtiéndose en una de las celebraciones más singulares de La Rioja y del norte de España. Lo que empezó como una iniciativa local se ha convertido en una fiesta declarada de Interés Turístico Regional, en la que participan más de 700 vecinos caracterizados y que atrae a miles de visitantes cada año.
Briones es, por sí sola, una joya arquitectónica. Su casco antiguo, declarado Conjunto Histórico-Artístico, es el mejor decorado que se podría imaginar para una fiesta medieval. Torres, murallas, iglesias y casas nobles forman el telón de fondo ideal para revivir la historia con rigor, pero también con mucho humor y ganas de pasarlo bien.
Durante el fin de semana, el visitante se ve envuelto en un ambiente mágico: olor a pan recién hecho en los hornos de leña, música de gaitas y tambores, caballos que trotan por la plaza y familias enteras compartiendo mesas y vino en las tabernas al aire libre.
Un consejo: ven con ganas de jugar. Si decides acudir a la Fiesta Medieval de Briones, hazlo con espíritu abierto y algo de atrevimiento. Ponte una túnica, habla con acento antiguo, participa en los juegos y déjate sorprender. Es más que una fiesta: es una celebración de la memoria, de la convivencia y del placer de compartir. Briones te espera con las puertas de su muralla abiertas. ¿Te animas a cruzarlas?